12 de abril de 2007

ALFONSIN NOS CUENTA SEMANA SANTA


“Este relato lo hago no solo en homenaje a la verdad, sino como un reconocimiento al valor que tiene la movilización popular como instrumento político. Es importantísimo que la gente conozca el valor del protagonismo de todos y de cada uno de los que estuvieron en cada plaza durante aquella semana santa”<…>

“…el 14 de abril de 1987, el Mayor Ernesto Barreiro, citado para responder a acusaciones de tortura, comunicó a su superior, el general Pérez Dorrego, que se presentaría con su abogado defensor ante el Juez Federal de la Ciudad de Córdoba. Una vez instalado en dependencias del III Cuerpo del Ejército, comunicó su decisión de no presentarse ante la justicia al general Fichera y posteriormente pidió apoyo al teniente coronel Luís Polo y se refugió en la unidad de la cual aquel era jefe, el Regimiento 14 de Infantería Autotransportada.
Por la mañana de ese día jueves, el teniente coronel Aldo Rico abandonó su regimiento en San Javier, Misiones, para trasladarse en avión al Aeroparque de la Capita Federal. Al mediodía ya estaba en Campo de Mayo tomando bajo su control la Escuela de Infantería. Un nuevo foco de insubordinación había aparecido.
Consideré entonces que estaba en juego la estabilidad institucional y resolví convocar de inmediato a la Asamblea Legislativa: no cederíamos ante semejante provocación.”<…>

“A las 13:30 continuaba la espera en Casa de Gobierno. Ya había una multitud impresionante en Plaza de Mayo y yo tenía temor de que la gente empezara a cansarse.
A las 13:45 se produjo otro contacto telefónico entre Campo de Mayo y la Casa Rosada. Esta vez fue Jaunarena el que habló con Hang. “Todo fracaso”, informó el ministro, “están totalmente descontrolados. Quieren que venga el Presidente. Yo les he dicho que no. Que se acabaron las conversaciones. Vuelvo a Buenos Aires”. Yo estaba impaciente por anunciar a la ciudadanía reunida en la Plaza la buena nueva. Cuando vi que Hang colgaba el auricular le pregunte “¿Listo?”, casi encaminándome ya hacia el balcón, pero la noticia fue muy mala. Recuerdo que exclame: “¡Pero esta gente me va a sacar de las casillas!”, frase que, a pesar del dramatismo de la situación, provocó risas a mi alrededor.
El Cuadro que tenía frente a mí en ese momento era estremecedor: por un lado, un grupo alzado que parecía insensible a cualquier intento de persuasión; por el otro, un ejército que no sabía si estaba en condiciones de producir una acción represiva efectiva.
Mi única fuerza de disuasión, en esta dramática circunstancia, era la de aquella gigantesca y paciente muchedumbre que cubría la Plaza de Mayo, se prolongaba por la avenida Rivadavia, Diagonal Norte y Diagonal Sur, junto con otras muchedumbres que a la misma hora colmaban otras plazas en decenas de ciudades argentinas.”<…>

“Fue entonces cuando pensé en hacer valer el peso de la voluntad popular manifestada en las plazas de toda la Republica, y le pregunté al edecán militar que me acompañaba en ese momento cuanto tiempo me llevaría llegar caminando, junto con la gente que estaba reunida en la Plaza de Mayo, hasta la puerta mas cercana de Campo de Mayo. Tenia conciencia de la gravedad que implicaba utilizar este recurso extremo, movilizar el pueblo para defender la democracia y la libertad. Hang me contesto que por la distancia que debíamos recorrer seria necesarias varias horas, y entonces pregunte sobre la posibilidad de trasladarnos en colectivos y camiones. Estaba decidido a defender el sistema, aunque supiera que el riesgo enorme que correríamos tanto yo como la gente que se trasladaría hasta Campo de Mayo.”

Fragmentos del libro: Alfonsín, Raúl. Memoria política, Fondo de Cultura Económica, Argentina, 2004

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En momentos en que el Presidente de la Nación parece muy desmemoriado, y los hechos de Semana Santa de 1987 son burdamente trabajados, es oportuno recordar que los Derechos Humanos y la consolidación de la Democracia no empezaron un 25 de Mayo de 2003, sino que fue una lucha histórica, y que mucho tuvo que ver el Dr Alfonsín desde 1983 con la recuperación de esta forma de vida, como así también impulsando el Histórico Juicio a las Juntas Militares en 1985.
Un abrazo militante Radical y Reformista

Anónimo dijo...

No se quien recibe o contesta estos comentarios... pero si es alguno de los queridos formoseños: les agradezco su compromiso, pero antes que eso... su capacidad de escuchar, de intercambiar, de mirar más pa adelante que pa atras... y construir, siempre construir (aún con aquellos que no estamos parados del mismo lado del río... para eso están lso puentes no?)
Carito Poli