12 de agosto de 2009

ENCUENTRO DE JOVENES POR LA CONSTITUYENTE SOCIAL

Bien adentro de nosotros, una rebeldía histórica viene pidiendo espacio para sentir en la Argentina, lo que se vive en muchos lugares de Latinoamérica: que una Revolución está en marcha, y viene a poner al sistema patas para arriba, “constituyéndonos” en una comunidad que ya no permite a unos pocos sumergir a la mayoría en el invento del Hambre y la pobreza.
Porque queremos recuperar nuestros recursos naturales, terminar con la desocupación y construir un país distinto dónde los jóvenes no seamos el blanco del paco ni del gatillo fácil.
La Constituyente Social va avanzando porque tiene el ritmo y la paciencia de todas nuestras luchas y de nuestras esperanzas; viene avanzando porque, como dice la película de Miguel Pereira, “el poder está en nosotros”.

¿Y la juventud maravillosa? ¿Y el divino tesoro?
A lo largo de todo el país, hace décadas que están creciendo movidas, experiencias y organizaciones protagonizadas por jóvenes; ya sea en el medio de una ciudad o en un paraje de un monte, aparecen grupos de chicos y chicas que se organizan para cambiar la realidad.
Desde el plano cultural, o por el lado estudiantil, peleando por mejores condiciones de trabajo, o en el medio de una movilización barrial, con o sin redoblantes, cantando, bailando o debatiendo, los jóvenes estamos teniendo el privilegio de parir esta época de transformaciones tanto en el pensamiento como en distintas prácticas populares. Y lo estamos haciendo con las incertidumbres propias de esta crisis que nos toca vivir, pero con la impertinencia y la certeza de saber que se pelea por lo justo, por lo que es de todos y todas.
Estamos andando el camino hacia una Constituyente Social, no se trata de algo terminado ni cerrado, no hay reglas de antemano. La estamos haciendo con niños, adultos y abuelos, con una mirada que privilegia la creación, la indisciplina productiva y solidaria oponiéndonos al conformismo y la inmovilidad a la que nos invita el sistema.
La Constituyente Social es el camino político en el que la rebeldía no es un defecto, y la insolencia ante la injusticia no es políticamente “incorrecta”. Por eso nuestra Constituyente Social viene con fibra de juventud, garra y deseos de cientos de pequeñas historias y proyectos. Pero… ¿Dónde se juntan esas miradas? ¿Cómo empiezan a articularse las miles y miles de experiencias juveniles que están creando “sin permiso” la cultura, la justicia y la libertad del presente y del futuro?

UN ENCUENTRO NACIONAL
Así fue que se empezó a soñar este Encuentro; con desmesura… ”¿Juntarnos miles de jóvenes? ¿En Córdoba? ¿Para imaginar y construir un país distinto?”. Con la misma ambición que palpamos en Jujuy, cuando con más de veinte mil compañeros y compañeras de todo el país dijimos que la Constituyente Social era una realidad imparable. Así vamos a encontrarnos en Embalse. Durante tres días de compartir y celebrar, vamos a intercambiar nuestras experiencias, conocerlas entre todos y todas, y articular caminos de organización que nos permitan aportar lo máximo posible al proceso que en toda nuestra Patria va a llevar adelante la Constituyente Social. Por eso en nuestro Encuentro vamos a hacer juntos Feria de Experiencias, Radio Abierta, el Festival Cultural Juvenil de la Constituyente Social, video, cine-debate y el trabajo en comisiones y talleres necesario para consolidar ideas y criterios para promover nuestros sueños en todo el país.

UNA CONVOCATORIA Y UN COMPROMISO
El “Encuentro Nacional de Jóvenes Hacia una Constituyente Social en la Argentina” está en marcha; el 6 de Junio pasado nos reunimos más de cien compañeras y compañeros de todo el país para construir juntos esta primera convocatoria. Estuvimos de todas las provincias, y sentimos que lo de Embalse no sólo era posible, sino necesario. Desde aquel día estamos trabajando, ajustando los temas de logística, organización y comunicación para que podamos juntarnos con la mayor alegría distintas expresiones juveniles de todo el país. Pero sabemos que el desafío recién empieza; ¿Cómo abrirnos a un proceso en el que sintamos la multiplicidad de millones de jóvenes? ¿Cómo podemos hacer para vivir ese camino de permanente apertura y convocatoria? Ese es el desafío que estamos abrazando juntos; y el primer paso es nuestro Encuentro en Embalse.