DE LA TORTA, SU TAMAÑO, EL REPARTO, LOS INGREDIENTES Y SUS PROPORCIONES.

Existe un debate de visiones antagónicas sobre la forma de pensar/hacer la economía. Por un lado los que ponen el acento en un justo reparto de la torta. Por el otro los ortodoxos liberales se oponen diciendo que primero hay que agrandarla, por que con su crecimiento nos beneficiamos todos. La disyuntiva quedaría planteada entre redistribución o crecimiento económico.

Aunque sin esquivarle el bulto a esta discusión –en la que por supuesto estamos junto a quienes ponen el acento en la distribución- no podemos dejar de señalar que muchas veces se dejan de lado cuestiones fundamentales sobre la torta.

La cuestión no se trata solo de saber cortar, o agrandar. Se trata también – y fundamentalmente- de definir los ingredientes y sus proporciones (modelo productivo), cual va a ser la levadura (el actor fundamental), un molde (planteo institucional), una herramienta que cocine y corte con justicia.

Roberto Mangabeira Unger, un intelectual brasilero, ex ministro de Asuntos Estratégicos del gobierno de Lula, hace unos meses publicó un libro: “La alternativa de la izquierda”. Este parte de un planteo interesante, sobre la necesidad de redefinir el campo de las izquierdas. Terminar con la “dictadura de la falta de alternativas”, sin caer en las que por tan distantes del orden establecido, se ven interesantes, pero imposibles de aplicar; O por el contrario las que son cercanas a lo existente, pero caen en la trivialidad.

Para ello propone profundizar la democracia, democratizar la economía de mercado, encarar la política social como empoderamiento personal, y crear una institucionalidad nueva, acorde a la nueva matriz de educación e innovación permanente.

Aunque nos hemos quedado con las ganas del ejemplo de algunas políticas públicas concretas, para llevar adelante la nueva alternativa; aunque advirtamos la ausencia del conflicto en su planteo; vale el inteligente ejercicio de búsqueda de nuevos horizontes para un espacio político en permanente redefinición.

Un mensaje para que en Argentina no caigamos mas en los atajos del populismo gatopardista o del mero institucionalismo vacío.

UN DEBATE QUE NOS DEBEMOS, SOBRE TODO ANTE LA EVIDENCIA DE QUE EL CRECIMIENTO ECONOMICO DE LA ULTIMA DECADA FUE MONOPOLIZADO POR LA FRACCION MAS CONCENTRADA DE LA ECONOMIA.